La vida no pregunta, no se detiene aunque a veces, puedes llegar a sentir que se paraliza en algunos momentos. Especialmente en los tránsitos o situaciones críticas, dolorosas, en las que hay un crack en la vida; también lo puedes vivir en los positivos, en esos instantes en que la felicidad lo inunda todo y saboreas cada instante plena e intensamente.
Los tránsitos más importantes son la vida y la muerte, y entre el tiempo transcurrido entre una y otra, vives muchos más: las distintas etapas de edad, siendo la adolescencia una de las más difíciles; las rupturas, las separaciones, el independizarse, el vivir fuera de tu ciudad y de tu país, cambios de y en el trabajo, las relaciones que tienes con el entorno, la familia, las crisis evolutivas y de crecimiento personal…
Son unipersonales e intransferibles. Vas a experimentarlas no importa la edad que tengas, tu estado económico, tu salud, tu madurez y grado de evolución; no obstante, todo ello influye en que puedas sobrellevarlas de mejor o peor manera.
Aunque el camino es solitario, puedes contar con compañía y apoyo, gente de tu confianza, ya sea tanto el de las personas de tu entorno más cercano como el de los profesionales que pueden guiarte a sortear, vadear y afrontar lo que estás experimentando.
Y estos tránsitos, que también son crisis, hacen que te replantees la vida, su forma de afrontarla, el enfoque que deseas darle, eligiendo cómo vivir y disfrutar de la vida. Todo ello, te permite conocerte mejor, resituarte, equilibrarte y en algunos casos, renacer a la vida. En definitiva, aprender, conectarte con tu esencia y ser tú.
Crisis, significa analizar, pensar, replantearte todo lo que considerabas válido y ahora ya no sirve, tomar decisiones; en definitiva, movimiento, crecer, avanzar y continuar hacia delante.
Eres el dueño de tu vida. La vida no se adapta a ti; sin embargo, tienes el poder de adaptarte a ella y conseguir que lo que a veces es un obstáculo insalvable, se convierta en tu aliado, en tu impulso para alcanzar tus metas y deseos.
Tómate el tiempo que necesites, escúchate, quiérete, respétate, mímate, pon límites a lo que te hace daño o es perjudicial para ti, ámate y vuela alto. Eres libre de vivir la vida como deseas.
Imagen: Dabid Argindar, Terrazas de arroz.